AXEL RUDI PELL “Knights Call”

Año: 2018 | País: Alemania | Género: Heavy Metal | Formato: CD | Sello: SPV

A finales de los ’90 AXEL RUDI PELL (ARP de aquí en más) tuvo gran rotación en mi equipo de música. Discos como “Magic” (último con Sotto en voz y Jörg Michael en la bata), “Oceans of Time” y “Masquerade Ball” no paraban de sonar y quedaban haciendo eco en la memoria por días. Canciones como “The clown is Dead”, “Magic”, “Carrousel”, “Living on the Wild Side” o “Earls of Black” tenían todos los ingredientes necesarios para convertirse en hits inmediatos: melodía, armonía, velocidad, dramatismo, buen gusto y todo lo demás que puedan pensar. Luego entré en otra etapa, donde prioricé, por cuestiones personales de esos momentos de mi vida, otros subgéneros del metal y el heavy más tradicional, así como ARP, quedaron allí juntando polvo en un estante por largo tiempo. Cuando se editó “The Crest” (2010) sinceramente no me sedujo, así como tampoco lo hicieron los anteriores que escuche en ese mismo momento. El tiempo pasó y ARP no volvió a sonar (salvo por los temas mencionados y algún otro) en mi vida hasta hoy.

Ya desde el año pasado, con tanta oferta musical dando vueltas y con tan amplia diversificación del género, me encuentro un poco volviendo a mis raíces, escuchando aquello que me sorprendió en mi adolescencia y que me cautivó para seguir en el sinuoso camino de este maravilloso mundo del heavy metal. Y entonces, es en ese punto donde me reencuentro con este ya veterano alemán que en marzo pasado editó su 18vo álbum de estudio “Knights Call”. Podría haberlo dejado pasar, como todos sus últimos discos, pero algo me atrajo. Quizás haya sido la maravillosa portada o bien el título con reminiscencias al medioevo y toda su épica ya narrada por una infinidad de bandas del género, no lo sé, la cosa es que me atrajo. Puse play y no lo detuve ni un segundo hasta el final.

La intro “The Medieval Overture” sinceramente no transmite nada y hasta dan ganas de saltarla para ver a qué le está abriendo camino, sin embargo, hacia el final la tensión aumenta lo suficiente como para que el riff principal de “The wild and the Young” lance su línea y ensarte el anzuelo en lo más profundo de tus oídos. Un estribillo que vas a cantar por días sin siquiera darte cuenta. Y tras esto, un gancho directo a la pera de las mismas características. “Wildest dreams” irrumpe con riffs afilados y melodías a morir con un aire a hard rock de fines de los 70 o principios de los 80. “Long Live Rock” es otro tema que, a pesar de estar fuera de época (pues es una canción típica de los gloriosos 80s y el hair metal, glam metal o como quieran llamarlo, tanto desde lo musical como desde sus letras) es altamente eficaz. Medio tempo, machaque continuo en corcheas que mantiene tu cuello en movimiento constante y un estribo melódico y ganchero como pocos, rindiendo homenaje al rock en todo su esplendor que logra que automáticamente alces el puño y grites coreando Long Live Rock! Tras este viene quizás una de las mejores composiciones de la placa “Crusaders of Doom”, la pseudo balada con gran similitud a la gloriosa “The Gates of the Seven Seals”; de gran intensidad emotiva y donde el maravilloso Gioeli muestra todo su esplendor en un estribillo para el recuerdo (La labor de Gioeli es sencillamente magnífica todo a lo largo del disco, un cantante muy particular e indicadísimo para este proyecto). Una de esas canciones donde el todo es más que la suma de sus partes y que mantiene la esencia de ARP intacta. Un interludio instrumental con marcadas influencias de DEEP PURPLE y RAINBOW llamado “Truth and Lies” antecede a la balada obligada “Beyond the Light” (¿será parte de un futuro “The Ballads VI”?! ¿¡Puede una banda tener 6 discos de baladas!? En fin). En mi opinión, una canción que podría no estar tranquilamente, pero un disco de ARP sin una balada no estaría bien ¿no? Pero viene bien para un descanso antes de dos de los temas más potentes del disco “Slaves on the Run” en mi opinión una de las mejores canciones y “Follow the Sun” cuya intro parecería sacada de “Mary Jane’s Last Dance” de TOM PETTY. Para el final “Tower of Babylon” cuya duración es la más extensa del disco, podría haber durado 3 minutos menos y ser un poco más variada en cuanto a melodías y estructura.

Es decir, AXEL RUDI PELL sigue presente entre nosotros con todo ese gancho y aire hard rockero con influencias del AOR, en excelente forma. Sí, muchos podrán decir que es un disco más de ARP y ¿saben qué? ¡Tienen toda la razón! Pero eso es justamente lo que queremos de este teutón; eso es lo que sabe hacer y cuando lo hace con ganas y esmero como en este caso, el resultado es fenomenal. Sabemos que su propuesta brilla justamente por la ausencia absoluta de sorpresas por eso no las esperamos. No es en el todo sino en los pequeños y cuidados detalles donde se diferencian y muestran su marca; es la pasión del guitarrista y la facilidad que tiene para repetir una fórmula que no aburre a pesar del paso del tiempo. Señores, AXEL RUDI PELL en estado puro para todo el que quiera escucharlo.

Texto: Estanislao Aimar

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