SWALLOW THE SUN en vivo en Argentina: “Anatomía de la melancolía”

 

Fecha: Miércoles 21 de febrero | Hora: 21.00 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: Uniclub| Banda Invitada: LEPERGOD

 

Dentro de la música pesada es frecuente la presencia de propuestas que proponen un concepto que se va desgranando a través de sus obras y que termina por dar cuenta de una visión acabada de la dimensión lírica y musical de un grupo. Desde el comienzo de su carrera SWALLOW THE SUN ha intentado zambullirse en los sentimientos más devastadores del ser humano en donde la tristeza, la belleza y la desesperación (no casualmente el nombre que eligieron para titular el disco que conmemora los 20 años de carrera del grupo) se tiñe de la densidad del doom metal y la violencia del death metal con una fluidez admirable incorporando además cierta oscuridad gótica que tiñe de gris las canciones y las conduce hacia momentos climáticos y melancólicos.

En este contexto, a lo largo de noventa minutos y trece canciones (con mayor presencia de “Moonflowers” sú último disco), el grupo fue construyendo una atmósfera que siempre tuvo como objetivo envolver a los presentes en esa especie de grito catártico y reflexivo que es la propuesta de los finlandeses.

A pesar que en las dos primeras canciones del set “Enemy” y “Rooms and Shadows” el sonido no tuvo la claridad necesaria (en especial las guitarras estaban un poco bajas en la mezcla) a partir de “Falling World” y en especial con la monumental “Cathedral Walls”  las guitarras de Juha Raivio (el líder espiritual de la banda) y Juho Räihä lograron un protagonismo demoledor, lo que empezó a darle a cada canción una pesadez y una densidad cada vez más exuberante sostenida fundamentalmente en los cambios de ritmo que transitaron desde los momentos más apesadumbrados del doom metal hasta.la violencia catártica del death metal.  En este punto, la recién mencionada y la que continuó el show Firelights”  dieron la pauta de que para el grupo la presencia de samplers y pistas pregrabadas, constituyen un conjunto de elementos que contribuyen a que las atmósferas y contrastes logren fluidez. Sin la presencia de teclados tocados en vivo (algo no menor para una banda que suele sumar ese tipo de arreglos para darle color a su música) la decisión fue aprovechar esta circunstancia para lograr una interesante síntesis entre el sonido en vivo (que jamás perdió el toque humano) y la aparición de elementos pregrabados. Con relación a esto, fue una verdadera sorpresa que las voces de Mikko Kotamäki tuvieran en varios momentos del show (tantos en los momentos más melódicos como en aquellos que utilizó las voces guturales) el apoyo de voces pregrabadas con las que inteligentemente armonizó generando una especie de efecto coral que le dió fuerza y contundencia a las canciones. Con una capucha puesta a lo largo de todo el show y sin demasiadas luces que lo iluminaran (la banda en general permaneció en penumbras o con un juego de luces azules y rojas), a lo largo de las canciones se mostró como un frontman parco y austero sin esforzarse demasiado por presentar las canciones o tener muestras de efusividad sin por ello restarle puntos a su performance. La oscuridad y el dramatismo de cada momento hizo posible que el tono del show fuera amargo y apesadumbrado. De eso se trató también la propuesta de los suecos.

Sostenidos como dijimos por las guitarras (en especial la de Juha Raivio quien pareció vivir cada canción de manera especial), temas como “Woven into Sorrow” y “Stone Wings”  mostraron la versatilidad del grupo a la hora de transitar el espectro que va desde las melodías más lentas hasta los momentos más rápidos. La primera, una de las más festejadas, surcó aguas más enlentecidas, la segunda propuso melodías más melancólicas; mientras que “Don’t Fall Asleep (Horror Pt. 2)”  y  “This House Has No Home”  mostraron dos facetas bien distintas: la primera con una cadencia que podría ligarlos a KATATONIA, la segunda, en contraste evidente, con elementos de black metal en el inicio mezclados con la cadencia oscura y romántica propia de la banda.

A la hora del cierre, “Moonflowers Bloom in Misery”, “Descending Winters” y “Swallow (Horror, Part 1)” sirvieron de síntesis para entender la diversidad de propuestas estilísticas que tiene la banda. La primera perteneciente al último disco, una especie de homenaje a la pérdida de  Aleah Starbridge (ex pareja de Raivio y cantante de TREES OF ETERNITY) mostró la dimensión más melancólica, romántica y emocional, mientras que la segunda y la tercera mostraron ese particular contraste entre el doom y el death metal que dan cuenta de una banda sensible y agresiva casi por partes iguales. El cierre de la última canción, con un monumental solo de bajo de  Matti Honkonen y el repiqueteo del doble bombo de Juuso Raatikainen (de trabajo perfecto a lo largo de la noche), dejó a todos los presentes (un Uniclub a medio llenar) con la sensación de haber estado, por más de una hora, inmerso en la espiral de desesperanza que proponen los finlandeses. El gesto de alguien del público entregando una ilustración en tamaño gigante de Juha con su ex compañera fue el cierre final de esta primera visita de los finlandeses en un viaje que no es para cualquiera. Hay que estar dispuesto a vivirlo.

Texto: Carlos Noro
Fotos: Paula Andersen
Agradecemos a Gaby Sisti Press por la acreditación al evento.
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