Fecha: Miércoles 13 de marzo 2024 | Lugar: El Teatrito | Ciudad: C.A.B.A. | Hora: 20:30 hs. | Bandas Invitadas: BANGKOK – GUNNER – ARPEGHY
El miércoles 13 de marzo fuimos testigos de un evento especial, donde arribó a nuestro país, por primera vez, una de las bandas más representativas de la nueva ola de hard rock que, desde hace unos años, viene arrasando escenarios. Los suecos CRAZY LIXX llegaron para darnos una inyección letal de música con olor a los ’80 que hizo delirar a todos los presentes y nos sumergió en lo que fue, según muchos, una época dorada. Acompañando este desembarco europeo, estuvieron los locales de BANGKOK, GUNNER y ARPEGHY que supieron estar a la altura de lo que exigía la noche, y una de ellas, lo logró con creces.
Las puertas abrieron 18:30 hs. para que poco tiempo después comience BANGKOK, a quienes no llegamos a tiempo, pero, según comentaron las voces de radio pasillo, fue un show más que digno, con un sonido nítido y prolijo. Ya con GUNNER, quienes empezaron poco más tarde de lo previsto por problemas con la llegada de los músicos debido a las fuertes lluvias, pudimos apreciar un glam al estilo TNT o DANGER DANGER y que su vocalista, el señor Javier Barilari, nada menos que el sobrino de Adrián Barilari, dio una buena cátedra de actitud para palear lo que fue un recital con un sonido, por momentos, pobre, un tecladista que prácticamente no se escuchaba y un muy buen guitarrista que no tuvo su mejor performance esa noche. La cosa cambió con ARPEGHY que fue la revelación de la noche, donde el comentario entre el público fue “Son una banda de nivel internacional”. Realmente fueron una sorpresa porque sonaron excelentes, precisos, ajustados, con un violero prestado que la descosió y, sobre todo, un vocalista que dejó a todos boquiabiertos por el nivel de registros que manejó.
Apenas pasadas las diez de la noche, dio inicio el espectáculo tan esperado. “Whisky, Tango, Foxtrot” fue la elegida para destapar la olla a presión y que el público salte hasta el cansancio. Pasaron en la misma sintonía “Hell Raising Women” y “Rock and a Hard Place” donde se vieron músicos alegres, aportando mucha vibra positiva al momento. Fue el turno de “XIII” donde, como es habitual, Danny Rexon (vocalista) se calzó la máscara de Jason, y su micrófono con forma de cuchillo, para agregarle condimentos a un tema que, de por sí, genera euforia en la gente. Finalizado esto, bajaron las luces casi a ciegas para poner de fondo “Enter de DOJO” y explote “Rise above” del disco “Street Lethal” que, como era de esperar, movió el alma de todos los presentes generando el pogo más grande de la noche. Se destacaron acá las actuaciones de ambos guitarristas (Chrisse Olsson y Jens Lundgren) que agregaron una dosis de virtuosismo y actitud que culminaron en la llegada de un vitoreo masivo y la llegada del primer tema del último material, el increíble cover de “Sword and Stone” (BONFIRE), cuyo background podría ser el de una película de Rocky.
Retomando la esencia ochentosa apareció “Girls of the 80´s” que junto a “Wild Child” y “Two shots at glory” fueron las canciones que más retumbaron en el recinto, haciendo que hasta los barman coreen como si conocieran las letras de punta a punta. Un momento maravilloso. Para el último, particularmente, pudimos apreciar un despliegue notable de los músicos en general y, en especial, al bajista (Jens Anderson) yendo de un lado al otro del escenario.
El momento más emotivo de la noche, tanto para la audiencia como para el batero (Joél Cirera), quien en una reciente entrevista con Metal-Daze confesó que era su tema favorito, vino de la mano de “Walk the wire” que, por el estilo y estructura, es un exprimidor de sentimientos. Creo fue el único momento en que se lo vio cantar a Joél.
Pasaron en la misma sintonía bien hard roquera “Blame It on Love” y “21 Til I Die”, canción que hace apología de la juventud eterna y el espíritu del hard rock de aquella época dorada, invitando a todos a subirse a ese tren para no dejar morir jamás al rock, para luego abrir paso a dos grandes éxitos y ponerle la frutilla del postre a la noche. El primero fue “Anthem for America” donde apareció Danny flameando la bandera norteamericana con el logo de la banda, a modo sátira diría, ya que el tema habla de su sociedad, los jóvenes y su conformidad con un modelo que los amolda basados en principios del dinero y fama. El segundo, y cierre final, fue “Never Die” que está en su top de clásicos. Un hit rotundo que, como era de esperar, marcó un final lleno de alegría, con la bandera de nuestro país en los hombros del vocalista, estirando el estribillo para que todos canten una y otra vez “forever wild…” y que los aplausos culminen despidiendo una noche donde la magia de aquella época se hizo presente en cada momento.
