ARCH ENEMY & BEHEMOTH EN VIVO EN ARGENTINA: “Extremas sensaciones”

 

Fecha: Lunes 21 de noviembre | Hora: 19.00 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: Teatro Flores | Bandas invitadas: DOSEL & MORFERUS

 

Dos de las bandas más importantes de la música extrema en la actualidad se unieron para mostrar su presente y sus virtudes.

Uno de los resultados de la pandemia y de la guerra que todavía afecta a Ucrania ha sido el aumento de costos de vida para los ciudadanos de casi todo el mundo (excluyendo a quienes viven en la pobreza) pero afectando a casi todas las ramas de las industria y el consumo. Sin poder quedar ajena a esto, este contexto ha afectado a la industria musical haciendo que en muchas ocasiones sea más rentable realizar shows en conjunto que sostener una gira de manera individual. Tal vez esta sea la mejor razón para explicar que dos bandas con un recorrido similar (origen y actualidad en la música extrema, un cuidado extremo a nivel visual y visibilidad pública de sus figuras principales) decidan realizar esta gira Sudamericana de manera conjunta. A juzgar por la concurrencia en el Teatro Flores, la decisión fue acertada, principalmente porque a pesar de que la entrada estuvo lejos de ser accesible (por lógicas razones ligadas al precio del dólar) tanto la parte baja, como las escaleras del Teatro y el sector de arriba estuvo repleto, lo que da la pauta de que en otro momento del país, los dos grupos tal vez podrían incluso aspirar a un recinto más grande.

Puntualmente a las 8 de la noche, BEHEMOTH subió a escena con una escenografía acorde a su impronta. Un escenario en casi completa oscuridad, humo, luces rojas y una enorme bandera mostrando a los cuatro integrantes como jinetes infernales; sirvieron de marco para dar cuenta del poderío de los Polacos a lo largo de una hora cinco minutos de shows.

Si hubiera que definir rápidamente la propuesta de BEHEMOTH en vivo, lo primero que habría que decir es que una de las virtudes que tiene la banda es generar un clima acorde a lo que muestran sus discos: videos e imagen. Entonces a lo largo de las canciones, que fundamentalmente reproducen casi obsesivamente temáticas anticristianas, nihilistas y satanistas, el recurso fundamental es el de incluir una serie de intros que sirven para dar cuenta del clima de cada canción o para profundizar la explosión de las mismas. El resultado es claro, cuando uno ve a BEHEMOTH en vivo es casi imposible no dejarse atrapar por lo que propone a lo largo de un set que sin ser explícitamente conceptual posee una línea estética que explora la maldad en todas sus formas.

Más allá de que esta gira Sudamericana no tuvo la presencia del legendario baterista Inferno por motivos personales, lo primero que vale la pena destacar es que su reemplazante Jon Rice, baterista de los geniales UNCLE ACID & THE DEADBEATS y antes de JOB FOR A COWBOY y SCORPION CHILD cumplió su tarea de manera formidable más allá que su actualidad lo ligue al blues psicodélico. En este sentido, hubiera sido imposible que el grupo pudiera desempeñarse en vivo sin que su tarea sea perfecta. Si tenemos en cuenta que la velocidad, la pesadez y vertiginosidad del grupo dependen en gran medida de lo percusivo, canciones como “Ov Fire and the Void”, “No Sympathy for Fools”, “Off to War!” o “Post‐God Nirvana” (con la que comenzaron el show) más allá del desempeño del resto de los integrantes, se sostuvieron fundamentalmente en una performance impecable a la hora de emular la propuesta de Inferno tras los parches que no siempre se remite a los yeites del black metal o el death metal sino que incluye referencias a otros estilos de música pesada como el heavy metal, el thrash o el doom.

Con un sonido potente pero para nada saturado, es claro que en este momento de su carrera los Polacos privilegian su última etapa discográfica por sobre sus primeros discos lo cual cambia radicalmente la atmósfera del show, principalmente porque a lo largo del tiempo, sin dejar jamás de ser una banda extrema, BEHEMOTH ha refinado su propuesta y la ha dotado de una densidad que muchas veces resignó  la velocidad de sus primeros años. En este contexto no sorprende para nada que su último disco “Opvs Contra Natvram” incluya seis canciones a lo largo del set (a las ya mencionadas “Off to War!” y “Post‐God Nirvana” se les sumaron “The Deathless Sun”, “Thy Becoming Eternal” y “Versvs Christvs”) pero lo que sí sorprende es que esas canciones, junto a “Conquer All” (una especie de clásico) y “Chant for Eschaton 2000” (con la que cerraron) sean los mejores momentos del show. Claramente esto tiene una explicación lógica: más allá de que Nergal sea el centro de escena (teniendo incluso en “Bartzabel” su momento teatral autocoronándose como Papa Satánico) es en aquellas canciones donde el bajista Orion y el guitarrista Seth (quien solo es parte del tour) cobran un interesante protagonismo en escena, debido a la ejecución de sus instrumentos (necesaria para sostener climas y momentos ultra densos y pesados mezclados con momentos hiper veloces) pero fundamentalmente aportando desde lo vocal realizando incluso una curiosa “armonía” de tres voces a lo largo de las mismas. En estos momentos, donde la banda se muestra completamente lejos de propuestas extremas donde todo es maquinal, frío y calculado. En este punto BEHEMOTH desde hace rato tiene una de las propuesta más originales y extremas que puede encontrarse hoy en día. La pasión ¿o el odio? es lo que los hace inigualables sin perder jamás la sangre que corre en las venas de cuatro tipos tocando sus instrumentos. La próxima vez no se los pierdan. Es toda una experiencia.

El comentario general en la espera antes que ARCH ENEMY subiera al escenario era que después del vendaval que resultó el set de los polacos, los liderados por Mike Amott iban a necesitar mucho de sí para causar una impresión similar. Lo concreto es que desde que subió a escena hasta que culmino el show con una duración exactamente igual al de BEHEMOTH, A.E. no intentó dejar una impresión similar, sino buscó dejar en claro cuáles son sus virtudes.

En este sentido también aquí se privilegió con claridad la última etapa del grupo en la que Alissa White-Gluz es la vocalista, etapa que comenzó conWar Eternalen 2014 y que este año tiene su tercer disco denominadoDeceivers. Seis canciones de este (la veloz “Deceiver, Deceiver”, con la que arrancaron el show, “Handshake With Hell”, “House of Mirrors”, “In the Eye of the Storm”, “Sunset Over the Empire” y “The Watcher”) dieron la pauta que no solo la banda confía en el nuevo material, sino que el público mucho más efusivo y “pogeador” que en BEHEMOTH (algo lógico por la estructura más cancionera y ganchera de A.E.) también lo haga celebrando las nuevas canciones incluso sobre temas como “Ravenous” de Wages Of Sino al mismo nivel que“My Apocalypse” de Doomsday Machine, lo cual fue toda una sorpresa. Más allá de esto, totalmente saludable para la banda principalmente porque da cuenta que el público está enganchado con su nuevo material, la principal razón para que esto suceda tiene que ver con el sonido, la variedad y el trabajo de guitarras que tienen en general las canciones.

Sin despreciar la categoría de los guitarristas anteriores, es claro que el ingreso de Jeff Loomis le ha dado a Michael Amott la posibilidad de dejar fluir más su amor por el heavy clásico, las guitarras gemelas y el heavy de los ochentas principalmente porque su edad formación y gusto parecen similares. En este sentido, más allá que en vivo Sharlee D’Angelo en bajo, Daniel Erlandsson en batería y la voz gutural de Alissa no permiten que el grupo se aleje demasiado del death melódico, las nuevas canciones y por un efecto contagio de las anteriores del catálogo, hoy más que nunca tienen un brillo en el trabajo de guitarras que terminan por generar los climas necesario para que todo funcione, dotándolas de melodías que a veces sorprenden como en la ya mencionada “The Watcher” donde hay una melodía celta completamente inesperada, en “Sunset Over Empire” en donde definen como debe ser una canción de death melódico o realizando un pequeño segmento instrumental antes de “Snow Bound” en donde Loomis hizo un pequeño solo y Ammot introdujo la canción.

Sumado a esto,  Alissa White-Gluz sigue siendo sigue sin problemas la frontwoman de un grupo que sabe que con ella tiene una cierta cantidad de seguidores asegurados cuestión que se sostiene en su manera de caminar el escenario, impecable en cuanto a despliegue, gestualidad y manejo del público. En este sentido, el paso del tiempo y esta última experimentación del grupo con líneas más melódicas, permite preguntarse porque la vocalista no ha intentado encontrar distintas variantes o colores en su tono gutural que en varios momentos resulta monótono. Conociendo su historia, claramente es una cuestión posible que tal vez empiece a tomar forma de canciones como “Handshake with Hell”, donde hay un interesante contrapunto de voces guturales y voces limpias, que por su originalidad fue uno de los grandes momentos de la noche. “Nemesis”, fue el cierre de un set que no compitió con BEHEMOTH, ni intentó que fuera olvidado. Con un sonido un poco más fuerte y por momentos un poco más saturado que el de los Polacos, ARCH ENEMY se despidió de la Argentina con un show donde las guitarras brillaron. Veremos cómo continúan.

Texto: Carlos Noro
Fotos cortesía: Prensa Productora (Lucas De Quesada)
Agradecemos a HP Prensa por la acreditación al evento.
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