GHOST en vivo en Argentina: “El diablo solo quiere divertirse”

 

Fecha: Domingo 24 de Septiembre Lugar: Movistar Arena Ciudad: C.A.B.A. Hora: 19:00 Banda Invitada: POSEIDÓTICA

 

La última visita de GHOST a la Argentina había sido en 2017. Allí, habían participado en el Maximus Festival y habían realizado un sideshow en un Teatro Vorterix lleno, lo que implica una convocatoria de 1500 personas. En esa época habían lanzadoMeliorapara muchos su mejor disco y el EPPopestar que seguía aumentando el “hype” que la banda venía teniendo en los últimos años. Desde ese momento hasta esta nueva visita, pasaron siete años, dos discos Prequelle (2018) e Impera(2022), dos EP’s Seven Inches of Satanic Panic (2019) y Phatomine (2023) y un crecimiento en cuanto a exposición y convocatoria que solo puede ser comparado, aunque en menor medida, a bandas como NIGHTWISH o GOJIRA con mucho menor escala de popularidad (los primeros luego de varios shows chicos se establecieron en el Luna Park, mientras que los segundos pasaron de ser soportes de MASTODON al Luna Park y ahora vuelven con MASTODON pero como cabezas de cartel). Más allá de que la pandemia haya evitado una visita intermedia, en este tiempo la banda creció 900 por ciento en convocatoria, si tenemos en cuenta que pasó de la capacidad ya mencionada a llenar un Movistar Arena (15000 personas) en cuestión de horas.

Más allá de estos datos estadísticos, GHOST es un fenómeno que, a juzgar por lo observado en la arena de Villa Crespo, hoy por hoy atraviesa generaciones y gustos musicales. Quien miraba a los costados se encontraba a padres e hijos pintados para la ocasión, muchas chicas y un público heterogéneo en cuanto a gustos musicales: remeras de IRON MAIDEN pero también de bandas como LINKIN PARK, AVENGED SEVENFOLD o TRIVUM, mezclados con gente que tenía un atuendo o alguna remera rockera en particular; lo que sorprende para quienes están acostumbrados a ver shows más chicos donde casi el cien por ciento de los asistentes tiene alguna remera de algún género del heavy metal.

Desde el minuto cero, luego de los instrumentales de atmósfera sacra  Klara stjärnor”, “Miserere mei, Deus” y de “Imperium” que inicia formalmente el último disco Impera, la primer sensación fue que esta nueva versión de GHOST no tiene absolutamente nada que ver con la banda que se vió en Argentina en 2017 y, mucho menos, con la que se lanzó de manera misteriosa bajo Rise Above, el sello de Lee Dorrian en 2010. Hoy, la banda dirigida por Tobias Forge y su alter ego “Cardinal Copia” claramente propone un show de estadio ATP más cercano a KISS y ALICE COOPER que a propuestas más metaleras como MERCYFUL FATE o MARILYN MANSON, quienes han tenido y tienen grandes niveles de convocatoria pero con un público más ortodoxamente heavy en cuanto a subgéneros.

Precisamente el inicio con “Kaiserion” es ejemplo de esto que decimos. Hoy GHOST es una banda que no tienen ningún prurito en poner de manifiesto un sonido ochentoso por lo que al igual que en “Rats” o enFaith” la banda sabe que es necesario un estribillo ganchero para que el público participe de la fiesta, incluso en “From the Pinnacle to the Pit”, donde hay un machaque denso y pesado que sostiene la canción.

La referencia a los ochentas llega a tal punto que es imposible no escuchar “Spillways” y no pensar en el comienzo de “Runaway” de BON JOVI, sin que por ello pierda efectividad. Por el contrario, la canción termina siendo un verdadero temazo en vivo y festejada por un público que celebró cada uno de los temas del show (algo infrecuente para bandas que realizan un crecimiento muy grande y tal vez terminan relegando en consideración propia y masiva sus primeras obras).

Más allá que, indudablemente, Cardinal Copia fue el centro de las miradas (recorriendo el escenario de un lado para el otro, gesticulando e incluso haciendo el show de estar enojado con los demás músicos), la formación actual (es bueno aclarar que no se conocen la identidad de los “Nameless Ghouls” que conforman la banda) incluyó un baterista, un bajista, dos tecladistas (uno además que funcionó como tercer guitarrista), dos coristas y dos guitarristas; con el evidente objetivo de que toda la música que se escuche durante la noche haya sido tocada en vivo, mostrando también una interesante movilidad de músicos arriba del escenario y una obvia preponderancia de los teclados por sobre las guitarras al frente. Respecto a esto último y con relación a las diferencias entre la banda que visitó la Argentina anteriormente y la actual, también hubo un contraste notable en cuanto al nivel de interpretación. Esta banda, rearmada totalmente en 2016 según contó Forge, mostró un nivel excelso a la hora de ejecutar cada una de las melodías y de sostener el desempeño vocal del Cardinal Copia . En especial los guitarristas, con una indudable capacidad para generar melodías de guitarras gemelas y complementarse milimétricamente en los solos y los coristas, sosteniendo los tonos más altos de las voces; se destacaron en un desempeño general parejo y contundente.

Precisamente “Cirice” y “Absolution” fueron dos momentos en donde los Ghouls tomaron protagonismo. La primera, con uno de ellos iluminado con una luz roja para reproducir el clima ominoso y dramático de la canción, mientras que Cardinal Copia se mostraba jugando a ser vampiro como en las viejas películas del expresionismo alemán. La segunda, en una apuesta teatral que sirvió para darle un aspecto más histriónico a la interpretación de una canción que llevó a la banda hacia atmósferas más ligadas a lo progresivo.

“Con Clavi Con Dio” que sonaría más tarde y “Ritual”, fueron dos de los mejores momentos de la noche en varios aspectos. Por un lado, mostrarían el aspecto más heavy de la banda e incluso con aires doom, en la primera de ellas que se ha perdido con el correr de los lanzamientos pero aquí sirvió para aportar el aspecto más ominoso. Por el otro, esa simpleza que caracteriza a “Opus Eponymous, primer disco de la banda lanzado en 2010, fue la que permitió que a nivel sonoro, el audio alcanzara la perfección. En este sentido, la mezcla en general sufrió algunos contratiempos en función de los momentos particulares de cada canción. Cuando se subía el volumen general del grupo, las guitarras perdían definición y cuando se hacía lo contrario la voz de Cardinal Copia sonaba algo debajo en el resultado final. Más allá de todo, las canciones no estuvieron perjudicadas por estas cuestiones, aunque en general podrían haber tenido un volumen más alto (algo que viene siendo un problema en shows masivos). En este punto las dos canciones mencionadas, mostraron toda la originalidad de una banda que sabe manejar los distintos momentos del show a la perfección y generar una respuesta en la gente, que demostró una efusividad admirable.

Una breve aparición del Papa Emeritus IV (la historia dice que Cardinal Copia tuvo que aprender a ser “Papa” y  ahora se supone son la misma persona) para una oscura versión de Call me little sunshine”, que relata un encuentro con el diablo inspirado en el Fausto de Goethe, fue uno de los grandes momentos de la noche por traer por primera vez al Papa al escenario, algo que se repetiría en una oscura y pesada versión deYear Zero”, ideal para potenciar el delirio teatral que propone el grupo.

Más tarde “He is”, “Mary On the Cross” y “Mummy Dust” servirían para dar cuenta de algunas de las diferentes atmósferas que propone la música de GHOST. La primera, fue una oscura y dramática balada con una intensidad memorable en cuanto a dramatismo. La segunda (que podría ser ligada a “Watcher in the Sky” que trajó un inconfundible aire al soundtrack de la película Rocky), mostró la versión más ganchera y nuevamente ochentosa de una banda que no duda en darle ese color a su sonido para ganar en accesibilidad en su  música. “Mummy…” sonó densa y pesada, con un machaque que sostuvo la intensidad de la canción. El cierre de la misma, con la graciosa entrada de un plomo llamado “Jesús” para limpiar los papelitos que llovieron por el aire y que terminaron el el escenario permitió que Cardinal Copia se saliera del libreto mencionando cada una de las visitas a Argentina y agradeciendo el crecimiento de convocatoria, algo no muy frecuente en shows masivos.

Previo a los bises el instrumental “Miasma” incluyó uno de los momentos más graciosos de la noche. Para interpretar el solo del saxo al final, uno de los plomos acercó un sarcófago al escenario y “revivió”  con un desfibrilador al Papa Nihil, quien es caracterizado como alguien previo a todos los Papas anteriores. Muerto como los demás, fue revivido para hacer un solo de saxo y vuelto a asesinar para volver a su estado mortuorio. La canción en sí mostró la habilidad instrumental de un grupo que está a la altura de lo que implica hacer un show de estas características: melódico, rockero y con el gancho suficiente para levantar al público, algo que Respite on the Spitalfields, una canción oscura que fue increscendo en emotividad hacia el final, terminó de confirmar.

A la hora de los bises, tres canciones fueron las elegidas para despedirse de esta nueva visita a Argentina. “Kiss the Go-Goat” perteneciente a al ep “Seven…” fue una verdadera invitación a bailar en medio de un clima de pop psicódelico de los sesentas. “Dance Macabre”, también lo fue con un clima ochentoso, otra vez en la línea de la banda de sonido de Rocky, mientras que “Square Hammer”, mostró un estribillo tan pegadizo que hizo saltar al estadio con Cardinal Copia vestido con su traje de lentejuelas, uniéndose a la fiesta.

El cierre con una canción llamada “Sorrow in the Wind” (EMMYLOU HARRIS) sonando en los parlantes y sin la banda en escena, dejó la sensación de que GHOST es hoy una de las bandas que seguramente se convertirá en una de las referencias masivas del rock de estadio de aquí al futuro. Muchos seguramente hayan vivido por primera vez una experiencia rockera en un estadio y eso es una gran noticia, porque invita a escuchar nuevas cosas. El resto, nos divertimos con un conjunto de canciones muy bien construidas y un show acorde en cuanto a despliegue y escenografía (una serie de pantallas que simulaban una iglesia y vitrales), impecables. Que vuelvan

POSEIDOTICA: A la altura de las circunstancias

Dos días antes del show la gente de POSEIDOTICA se enteró que los mismísimos GHOST los habían elegido para ser parte del show, algo infrecuente para una banda que hace sus propios shows en Niceto, gira frecuentemente por el interior y ha organizado en el Konex su propio festival llamado “Viaje de Agua”. Con la buena noticia que tocaron para un recinto en un ochenta por ciento de su capacidad y con un gran sonido (cosas que deberían suceder pero que no suelen pasar) el cuarteto hizo un rápido repaso de sus virtudes a lo largo de seis canciones.

Una primera parte más psicodélica y jazzera con canciones “La Distancia” y “Sueño Narcótico” y “Viaje de Agua” se mezclaron con canciones como “Cyberpunk” o “Aeroruta” que mostraron los momentos más vertiginosos y rockeros. Con una ejecución impecable y capaces de, en media hora, llevar a pasear a quienes los escucharon por su universo, la sensación es que seguramente se hayan llevado más de un interesado en escucharlos. Se lo merecen.

Texto: Carlos Noro
Fotos: Estanislao Aimar
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