Año: 2023 | País: Italia | Género: Symphonic Power Metal | Sello: Scarlet Records | Puntaje: ♠♠♠♠♠♠♠ (7/10)
Hoy nos toca reseñar el nuevo (y segundo) disco de los italianos APOSTOLICA. La agrupación integrada por los cuatro profetas: Ezequiel (voz), Isaías (guitarra), Jonás (bajo) y Malaquías (batería), cuya estética es por demás sofisticada y muy bien elaborada, incluyendo disfraces, máscaras y pintura corporal, quienes dieron sus primeros pasos formales en 2021 con la edición de “Haeretica Ecclesia” y hoy, comienza a ganar cierto terreno y suma curiosidad entre el público por sus enigmáticos atuendos. Su sello, Scarlet Records (DARKTRIBE, ELDRITCH, VISION DIVINE), ha apostado por ellos dando cierta garantía del producto final.
“Animae Haeretica” (del latín “Herejía del alma”), dio como resultado un licuado cuyo ingrediente principal fue POWERWOLF junto a un gran pedazo de SABATON, dos rebanadas de BLOODBOUND y DIONYSUS, y una pizca de GHOST. Un producto fresco, con gran calidad sonora, aunque poco innovador.
Desmenuzando el disco, lo primero que nos encontraremos es con “Animae Haeretica”, el tema homónimo del CD. Una canción que muestra un poco el rumbo de lo que será el resto del disco. Órganos de iglesia como eje y poder al estilo BROTHERS OF METAL. Compositivamente, es sencillo y no contiene grandes arreglos, pero cumple como presentación. En lo particular, el estilo de voz es agradable y se asemeja al de Joakim Brodén (SABATON), una de las voces más particulares y agradables del género.
Ya en el segundo round con “Angel of Smyrna” encontramos algo más movido, mostrando el lado más power de la banda. Nuevamente con los órganos celestiales en primera plana y mucho coro, mucho juego de voces que crean un ambiente teatral bombástico e interesante. “Rasputín” continua la lista y resulta, hasta ahora, el track más ganchero del álbum; de esos que hacen saltar en vivo con mucha energía. Las melodías están muy bien logradas empujando al oyente hacia un viaje mental a la guerra. Una composición que genera un deseo incontrolable por ponerse una armadura, agarrar una espada y salir a pelear hasta la muerte. “Black prophets” recuerda a “Warriors of the World United” de MANOWAR, salvo por los siempre presentes órganos que, al parecer, son el punto de partida de todas las composiciones y su marca distintiva (junto con sus máscaras). Una energía de esas que incitan a mover el brazo en alza. Para los amantes del power metal más clásico llega “Gloria” que, a diferencia del resto, no tiene órganos tan marcados y presenta mucho sonido orquestal, lo que le da buenos matices a pesar de ir quinta a fondo durante sus poco más de cuatro minutos. De los puntos más altos del disco.
“Heretics” se mantiene en la misma línea agregando algunas pinceladas de heavy tradicional y elementos más medievales. Reaparecen los órganos como actores principales y hay un buen manejo de las voces. “Tomorrow belongs to me”, baja un cambio y aporta desde lo emotivo, ya que parece ser cantado desde las entrañas, pero no suma mucho desde lo compositivo. “Fire” vuelve a levantar con otro power clásico. Quizás demasiado clásico y poco innovador, aunque no por eso poco eficiente. “Veritas”, recuerda a KORPIKLAANI y no seduce mucho. Llegando casi al final, “Skyfall” es otro representante del power pero bien pensado. Muchos acordes y ninguno de relleno, crean una atmosfera bélica (sin incitar a la violencia) que nos traslada más a un recital con mucho pogo y agite de brazos… ¡Digna de ser coreada en vivo! Para el final, “Rest in a bed of roses” trae los sentimientos a flor de piel, cantada desde el alma, pero con sabor a poco. De esos temas que son más para el músico o la banda que para la audiencia.
En resumen, nos encontramos con una banda donde los órganos celestiales captan la gran mayoría de sus melodías y el power predomina; dándole a las voces/coros un papel fundamental paleando algunos baches compositivos. El producto final es bueno, pero se entiende que pueden dar más en sus próximos lanzamientos. Tienen con qué.