Entrevistamos a Steffen Kummerer de OBSCURA: “Pienso la música en términos de espectros de frecuencias”

 

Los alemanes OBSCURA, una de las referencias ineludibles del death metal técnico, una música tan intrincada como extrema, visitan por primera vez la argentina luego de 20 años de carrera presentando su último disco “A Valediction” y estrenando una nueva formación que incluye la vuelta de Christian Münzner a las guitarras, del bajista Jeroen Paul Thesseling y el estreno de David Diepold en batería para completar la formación en la que Steffen es el único miembro original de la banda.
 

El año pasado cumplieron veinte años tocando ¿Cómo nació la idea de empezar la banda? 

Creo que la historia es parecida a la de cualquier banda. Simplemente nos juntamos a tocar y pusimos un montón de ideas e influencias sobre la mesa. Uno escuchaba thrash, otro death, otro technical death y así. Con el correr de los años, nos fuimos inclinando hacia una versión más “prog” pero sin dejar de sonar death. Creo que hoy, luego del recorrido que implicó lanzar seis discos, encontramos nuestro propio espacio sonoro. Si escuchas DEATH, CYNIC, ATHEIST, PESTILENCE, los viejos héroes de principios de los noventas que fueron influencias en aquel entonces y a eso le sumas AT THE GATES, OPETH o DREAM THEATER, seguramente encontrarás elementos de todos ellos en cualquiera de nuestros discos. Es más, creo que cualquier fan de esas bandas se va a copar con un par de canciones de cada disco. Eso es, muy resumidamente, de dónde venimos y qué hacemos. Hemos estado girando internacionalmente desde el 2006, año en que hicimos nuestro primer festival fuera de Alemania, pero nunca logramos llegar a Latinoamérica hasta hoy, veinte años después, más allá que personalmente he tenido el placer de tocar ahí en 2015 con el proyecto “DEATH TO ALL por lo tanto sé que tan fuerte y caliente se puede poner la cosa (risas). Ansío mucho volver a vivirlo. 

El primer nombre de la banda fue ILLEGIMITATION y luego lo cambiaron a OBSCURA gracias al disco homónimo de GORGUT. ¿Por qué tomaron esa decisión? 

Bueno, porque nadie podía pronunciar ese nombre (risas). Durante el proceso de grabación de nuestro álbum debut Retribution” (2004), discutimos la posibilidad de cambiar el nombre de la banda y, unánimemente, elegimos OBSCURA. La primera justificación, como decís, es que era el álbum de GORGUT y ese era un disco muy especial, lo amabas o lo odiabas. Lo loco es que la mayoría lo odiaba, por lo que quisimos ser un poco controversiales. Al mismo tiempo, es un nombre muy ganchero, que todo el mundo puede pronunciar y no estaba registrado, así que de ahí en más fuimos OBSCURA. Creo que fue una decisión sabía; no es un nombre del que tengas que avergonzarte al decirlo como “ANAL BLEEDING” (NdeR: del inglés Sangrado Anal) o algo por el estilo (risas).

Leí que en 2005 editaron independientemente su disco “Retribution” y que un tiempo después lo re editaron ¿Por qué? ¿Qué pasó? 

Sí, ese disco tuvo varias ediciones. El primer lanzamiento fue en 2004, cuando tuvimos los masters. Fueron cincuenta o sesenta copias y eso ocurrió antes de que tuviéramos el nuevo logo que usamos ahora. Si tenés una de esas copias, tenés en tus manos un artículo de colección. En 2006 hicimos nuestra propia edición de cien copias bajo nuestro propio sello, simplemente porque hacíamos un tour de lanzamiento junto a SUFFOCATION y otro tour más un año después. Después, cuando firmamos con Relapse Records en 2009, la gente quería nuestro álbum debut y ya no estaba disponible en ningún lado. Por eso lo reeditaron en 2010 con una nueva tapa y el nuevo logo. Tenía sentido hacerlo, y de hecho, mucha gente compró esa edición que se desparramó por todos lados. Es un poco distinto… es el disco debut, no es perfecto, pero a la gente le gustó. Si miro atrás, aún estoy orgulloso de lo que logramos con él. Nunca lo re grabamos, son re masters del original. Alguna vez pensamos en hacer un remix porque nunca quedé conforme con el sonido de la batería, pero el estudio donde grabamos borró todas las sesiones y se perdió. Siempre va a sonar de esa manera. 

Hablando de lanzamientos, ustedes comenzaron como una banda independiente, luego firmaron con Relapse y hoy están con Nuclear Blast ¿Qué le aportó cada uno de estos cambios a la banda más allá de un mayor presupuesto para trabajar? ¿Hay diferencias? 

Sí, hay una gran diferencia. Relapse nos convocó en 2008 y en 2009 editamos Cosmogenesis con el cual nos ayudaron mucho a entrar en Estados Unidos. Hicimos una gran gira por norteamérica; ese fue un gran cambio y, para la escena de bandas europeas, algo especial porque en ese momento solo nosotros y NECROPHAGIST habíamos firmado con Relapse como sello. Eso nos permitió girar con bandas como CHILDREN OF BODOM, DEVIN TOWNSEND, CANNIBAL CORPSE, BLACK DHALIA MURDER y muchas más. Hasta llegamos a Japón con todos los discos. Los cuatros álbumes que editamos con Relapse definitivamente nos ayudaron mucho como banda y el sello estaba muy conforme porque editábamos constantemente, girábamos por Europa, Asia y Norteamérica por lo que en el proceso se consolidó. Luego cuando terminamos con el contrato, tras cuatro discos, simplemente quisimos escuchar lo que otros sellos pensaban de la banda, no solo por un tema de presupuesto sino también para ver qué es lo que esperaban para el futuro nuestro, qué querían hacer y qué opciones nos daban.

Al final me decidí por Nuclear Blast, no por la oferta (de hecho hubo ofertas por mucha más plata) sino porque buscaba una cooperación a largo plazo. Busco crear una imagen duradera de la banda y NB ofrecía esto. Además, mantuvo nuestro estatus en norteamérica pero en Europa están un paso adelante. Son un sello europeo, tienen una estructura diferente ahí y creo que, en el largo plazo, eso va a ayudar a la banda a afianzarse en el continente y crecer en audiencia. Es un contrato por algunos discos, pero también va a depender de las ventas y la recaudación general. Obviamente, esto implica más trabajo también. Muchas bandas piensan que firmar con un sello grande hace las cosas más simples, pero no (risas). Así como aumentan el presupuesto y las opciones también aumenta el trabajo. Por ejemplo, esta gira en Sudamérica: es una gran oportunidad, pero implica muchísimo trabajo. Creo que fue una muy buena decisión porque somos una banda que nunca ha dejado de trabajar y este era nuestro siguiente paso. Estoy muy orgulloso de todo lo que logramos con Relapse y nuestro álbum debut, no me arrepiento de nada. 

A lo largo de la historia de la banda hubo muchos cambios de miembros ¿Cómo impactó esto en el espíritu de la banda y como hiciste para mantener la esencia intacta? 

Siempre es una cagada cuando alguien se va de la banda y hay que encontrar un reemplazo que encaje con el grupo, porque no se trata solo de que toque bien el instrumento, sino que además, comparta el espíritu y la energía de la banda. Para mí eso debe ser un 50/50. Entonces, puede ser algo muy divertido, pero también puede ser frustrante. Estamos hablando de una banda de death metal, no te vas a hacer rico y a veces las personas suelen ser un tanto naive al respecto.

Otra cosa que suele suceder, y que me ha tocado vivir, es que hay muchos músicos muy talentosos y excelentes personas, pero no están hechas para viajar alrededor del mundo. Salir de gira no es para cualquiera. Una cosa es tocar algunos shows y otra muy diferente es hacer una gira donde a veces apenas podés dormir o comer. Realmente tenés que amar lo que hacés, si no es inaguantable. Es realmente demandante. Si lográs relajarte, mirar las cosas desde una perspectiva panorámica y si es lo que querés para tu vida, entonces creo que lo lográs.

En mi caso, amo lo que hago, sino haría algo completamente distinto, quizás cerveza alemana solo para hacer dinero (risas). Disfruto de viajar, de grabar, de tocar en vivo y me funciona muy bien. Por otro lado, he visto en músicos con los que he trabajado, que les cambió la vida: tuvieron hijos, dejaron de ser estudiantes y tienen obligaciones diarias. Eso es muy difícil de articular con todo esto y lo entiendo. Es la realidad de hoy en día. Hay un solo METALLICA y un solo IRON MAIDEN, por debajo de ese nivel… bueno, hay que trabajar y mucho, como en cualquier otro trabajo. Me encanta, pero no todos los días brilla el sol, eso también es cierto. Si te gusta lo que hacés, aferrate y trabajá duro por eso. 

Cosmogenesis fue listado como uno de los cien discos más importantes del death metal ¿Estás de acuerdo? ¿Qué tiene de especial ese disco? 

Si le pedís a cien personas que hagan su lista de los cien mejores discos vas a tener cien listas diferentes (risas). Me pone contento saber esto y que el disco reciba cierto reconocimiento. Creo ese álbum hizo algo de ruido porque fue el primero en ser editado internacionalmente y todos los que vinieron después siguieron en la misma dirección. Desde la perspectiva del fan, siempre amas aquel disco que escuchaste primero de una banda y mucha gente nos descubrió conCosmogenesis por lo tanto, aman ese disco. No es un disco que esté muy pulido, es muy técnico, pero en ese momento no pensamos demasiado en eso, simplemente queríamos hacer música y grabamos las canciones que teníamos. Así como es técnico también es, por momentos, medio prog; surgió de un sentimiento muy espontáneo. No esperábamos girar fuera de Europa con él, no esperábamos nada, por eso no sobre pensamos demasiado las cosas y, de alguna manera, tengo la sensación de que ese sentimiento se transmitió a través del disco a un montón de gente.

Es un disco muy abierto, hay muchos estilos interconectados ahí y también creo que creamos nuestro propio nicho con él. El uso de un bajo fretless (sin trastes), los blast beats vocales, ese enfoque tan técnico típico de muchas bandas de USA, pero combinado con la melodía propia de las bandas escandinavas…  creamos algo muy propio y mucha gente se conectó con eso. 

Tus canciones son muy complejas tanto a nivel compositivo como técnico ¿Las escribís directo del corazón o te sentás a pensarlas? ¿Todas esas métricas irregulares vienen naturalmente a tu mente o las pensás antes de agarrar el instrumento? 

Es difícil decirlo; es una combinación de ambas cosas. Cada disco es un esfuerzo colectivo. Esas métricas irregulares que mencionás las usamos mucho en Akroasisy en Diluvium porque en ese momento teníamos un baterista que estaba muy pendiente de esos detalles, y por supuesto, siempre se busca que todos los músicos de la banda brillen. Si hubiésemos tenido un baterista que brillaba tocando a 260 bpm de corrido, hubiese brillado con eso.

Entonces, con cada formación cambia la música, pero en cuanto a composición y letras la cosa es un poco diferente. A mí me encanta componer con la guitarra en la mano, pero hay otras personas que prefieren escribir melodías en Guitar Pro o cualquier otro programa similar y luego ensamblar las partes. Al final, solo se trata de que las cosas sean coherentes en el disco y que, sin importar qué canción pongas, en cuestión de diez segundos te des cuenta de que se trata de OBSCURA

¿Estudiaste música formalmente o sos un autodidacta? 

A los nueve años fui a una escuela para niños con capacidades musicales especiales donde aprendí a tocar piano, canto, coro, las bases de la teoría musical, armonía y audio perceptiva. Con el correr del tiempo dejé y decidí estudiar ingeniería de medios con orientación a producción de audio y video. Ahí mi campo de interés particular fue la psicoacústica y vibroacústica. Entonces si bien no soy un músico “entrenado”, porque no estudié composición ni guitarra, eso me ayudó muchísimo y me permitió ver las cosas de otra manera. Vengo de otro mundo, pero me conecto muy bien con otros músicos. 

Es muy curioso porque cuando uno piensa en la música de OBSCURA el nivel de conocimiento de los instrumentos que ustedes tienen hace imaginar que ustedes son genios de la música y que componen todo el tiempo… 

Es una combinación de todo. Nuestro guitarrista sí estudió guitarra y si los dos estamos trabajando juntos en una sección de una canción, podemos comunicarnos muy bien, pero el enfoque es diferente. Mientras él sabe mucha más teoría musical que yo y piensa de esa manera, yo pienso en términos de espectros de frecuencia. Entonces, quizás noto un cierto espectro saturado y le propongo migrar hacia frecuencias diferentes para balancear. De esa manera, termina sonando todo muy bien. 

Tus letras también son complejas, y en general, se basan en conceptos como la filosofía alemana. ¿De dónde viene tu interés por la filosofía? 

Bueno, me gusta mucho leer. Para Cosmogenesisy Omnivium” estuve leyendo muchas cosas de Schopenhauer y astrofísica mientras que paraAkroasisyDiluvium tomé una dirección completamente diferente y me interesé por el new age. También leí cosas acerca de aquello que podemos oír pero que en realidad está por encima del umbral de audición humana: las cosas que sentimos más que las escuchamos. Entonces todos los temas con los que me conecto en mi día a día terminan encontrando un camino hacia la música, aunque es algo realmente muy abstracto y difícil de explicar. 

Para “A Valediction” trabajaron con Fredrik Nordström como productor ¿Qué estaban buscando? 

Esa fue una decisión 100 % mía. Estaba buscando algo diferente porque no quería repetirme. Hicimos cuatro discos con el mismo productor, V. Santura, (lo que internamente llamamos “los años de Relapse”) y quería darle un fin a ese ciclo. Hace ya tiempo que vengo buscando un cambio en el sonido de las guitarras, especialmente en lo que hace a la profundidad del sonido del disco. Esto te va a sonar cómico, pero fui a Studio Fredman a buscar a Frederik (amo todos los discos que hizo con IN FLAMES; ARCH ENEMY; AT THE GATES) y llevé mi amplificador ENGL. Resulta que ni bien entro al estudio, veo exactamente el mismo amplificador solo que una versión más vieja, de 1996, y él me dijo que ese es su amplificador principal. De ahí en más todo fue muy claro (risas).

Destaco en él no solo lo que él hizo en los ’90 sino que me encanta lo que hizo con ARCHITECTS. Si escuchás eso vas a ver que es un sonido atemporal. Creo que es un tipo que supo mostrar que no se estancó en los ’90 sino que sigue buscando nuevos sonidos. Estoy muy contento de trabajar con él porque, además, nos conectamos muy bien a nivel personal. 

En “Omnivium”, hablás acerca de cómo los humanos evolucionan individualmente en su existencia ¿Qué pensás de la evolución humana hoy en día teniendo en cuenta el crecimiento de la inteligencia artificial? 

Creo que es algo super interesante. No sé a dónde iremos a parar realmente y veo que hay muchísimos pensamientos distópicos. Recientemente, en Estados Unidos, pasé por Universal Studios, donde todos los guionistas estaban de huelga justamente por el uso de la IA en ese campo. Mucha gente teme por sus trabajos pero, como cualquier cambio en la industria, no importa si es música, arte en general o cualquier otra cosa, lo que sucede es que hay una mezcla de miedo y nuevas oportunidades. Solo tenés que pensar en la impresión 3D por ejemplo. Cuando se hizo pública hace un par de años, mucha gente pensaba que iba a perder su trabajo porque con una impresora de esas podías crear o reparar prácticamente cualquier cosa. Eso no sucedió. Al final solo son herramientas y como tales van mejorando. Lo mismo va a suceder con la IA, irá mejorando y tal vez cree nuevas oportunidades. Tal vez ayude o tal vez no… el tiempo dirá.

Entrevista y traducción: Estanislao Aimar
Foto de portada: Prensa  
Agradecemos a Marcela Scorca de Icarus Music por la gestión de la entrevista.

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